Se lo encuentra generalmente en pequeños grupos (de hasta 20 individuos) (Salvador et al., 2017:52; Sferco & Nores, 2003:25), volando a grandes velocidades. Come, bebe y se aparea en el aire (Chantler & Driessens, 2000:194)
Vuelo rápido, sinuoso por lo general, a gran altura. Se posa verticalmente colgándose con las uñas en las paredes rocosas o de los huecos de los árboles en los que anidan (Carma, 2009:217).
Se oculta en pozos o troncos huecos (Narosky & Chebez, 2002:62).
VOCALIZACIONES
Descrito de diversas formas: como “chu-chu-chu” precedido de un traqueteo (Chantler & Driessens, 2000:194 ; del Hoyo et al., 2020). En vuelo emite agudos “tip…tip..tli..bip..tip..tlip” (Wetmore, 1926:23; Sick, 1993:319; Sick, 1997:430; Belton, 1984:567; Narosky & Chebez, 2002:62; de la Peña, 2015:339; de la Peña, 2016:493; de la Peña, 2020:263).
ALIMENTACIÓN
Se desconocen todos los aspectos de su dieta pero es probable, que al igual que sus congéneres, se alimente principalmente de insectos y otros artrópodos. Generalmente se observa en bandadas relativamente pequeñas, que a menudo buscan alimento a poca altura sobre las casas en entornos urbanos (especialmente en condiciones nubladas o húmedas), observándose reuniones más grandes (hasta 700) en el sudeste de Brasil, aparentemente justo antes de la migración hacia el norte.
Caza al vuelo por la mañana y al anochecer, por encima de las copas de los árboles (del Hoyo et al., 2020; Carma, 2009:217; de la Peña, 2020:263). Obs. por Bodrati & Salvador (2015:82) en Área Experimental Guaraní (Guaraní) alimentándose de termitas.
REPRODUCCIÓN
La especie se reproduce en Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil (Wetmore, 1926:233; Sferco, 2017:269; Oniki et al., 1992:65; Marín, 1997:437-439). En su área de distribución, cría una vez al año (Sick, 1948:517; Sick, 1959:471; del Hoyo et al., 2020; Oniki et al., 1992:65). El período reproductivo comienza en octubre-noviembre y finaliza en enero. En Argentina, los nidos han sido observados en varias provincias durante el verano austral, de octubre a enero, coincidiendo con el fin de la estación seca e inicio de las lluvias (Marín, 1997:437; de la Peña, 2020:263; Sferco, 2017:269).
El nido, en forma de copa, se construye con tallos de Burití, fibras de hojas adheridas a un tronco usando saliva adhesiva (Sick, 1948:517), y puede ubicarse en chimeneas, aleros de edificios o palmeras como Mauritia y Syagrus (Dubs, 1992:54; de la Peña, 2020:263; Belton, 1984:567; Carma, 2009:217). Los nidos son reutilizados hasta que se desprenden, pero se reconstruyen en el mismo sitio (Sick, 1959:471).
La hembra incuba entre 3-5 huevos blancos (Sick, 1948:517; Sick, 1959:471; Chantler & Driessens, 2000:195; Carma, 2009:217; del Hoyo et al., 2020), mientras que ambos padres alimentan a los pichones.