Surucuá amarillo | Taxonomía


 

Esta familia comprende 43 especies, entre las que solo 3 están presentes en Argentina, y de éstas solo 2 en la provincia de Misiones.

Subespecies y Distribución

  • T. r. tenellus (Cabanis,1862) – Este de Honduras, Nicaragua, ambas vertientes de Costa Rica (excepto noroeste) y  Panamá, y extremo noroeste de Colombia.
  • T. r. cupreicauda (Chapman, 1914) – Oeste de Colombia y noroeste de Ecuador.
  • T. r. rufus ( Gmelin, 1788) – Este de Venezuela y Guayanas hasta el norte de Brasil (Región del Río Negro y Amapá).
  • T. r. sulphureus (Spix, 1824) – Sureste de Colombia, este de Ecuador, noreste de Perú y oeste de Brasil.
  • T. r. amazonicus (Todd, 1943) – Norte y centro de Brasil.
  • T. r. chrysochloros  (Pelzeln, 1856) – Paraguay, noreste de Argentina y este y sureste de Brasil (Bahía hasta Rio Grande do Sul, incluyendo el Mato Grosso).

Posiblemente muy cercano al T. curucui, T. elegans (con T. ambiguus), T. mexicanus, T. collaris y T. personatus; los estudios de ADN sugieren que el T. elegans (con el T. ambiguus), T. collaris y T. personatus pueden ser parientes cercanos (Collar, 2020)

NOTA TAXONÓMICA

​Según comenta Zotta, en “Los trogoniformes argentinos” (1939), el nombre sistemático de esta especie, hace tiempo que se viene discutiendo, y aún no existe un criterio uniforme en la forma de considerarla. A partir de Grant (1892), fue considerada como el ‘Trogon atricollis” Vieillot (1817); opinión aceptada por Hellmayr (1906), pero separando a los ejemplares del Sur del Brasil y en consecuencia los de Misiones, con la forma chrysochlorus. La razón de tal separación trinominal, al sentir de este autor, es debida a que estos ejemplares son de mayor tamaño y tienen las partes superiores doradas, opinión no compartida por Ihering (1907), que sostenía que los individuos del norte y sur del Brasil eran exactamente iguales.
Ridgway (1911) refiere esta especie a Trogon curucui Linné (1766) (basada en la Lámina N° 331 de Edwards, Gleanings Nat. Hist. Vol. 3, 1758·64), nombre ignorado que Hellmayr (1906) había reivindicado para substituir a Trogon collaris auct.
Ridgway sostiene que curucui conviene, contrariamente a la conclusión de Hellmayr, a esta especie que comentamos, a pesar de que la lámina de Edwards es una mezcla de caracteres que incluye a collaris en la mayoría de las referencias. Agrega que curucui es incuestionablemente la especie conocida generalmente como Trogon atricollis Vieillot, y que la frase “Subtus fulvus” podría ser muy bien una errata por  “Subtus flavus”, entre otras consideraciones.
Con anterioridad a Ridgway, Berlepsch (1908) sotiene que curucuí se refiere a Trogon atricollis Vieillot, pero dado la descripción de Linné que es un “mixtum compositum”, aboga por que se abandone dicho nombre, siendo rufus el nombre sistemático que entonces corresponde por prioridad; además el término específico “Curucuí” fué usado por primera vez por Marcgrave, quien aparentemente describe al macho de T. variegatus.
Brisson, de quien Linné tomó la primera sinonimia, no había hecho más que reproducir a Marcgrave.
A pesar de que algunos autores siguen usando el nombre de curucuí, nosotros, siguiendo a Berlepsch, creemos que es, más conveniente reservar a curucuí como nombre vulgar, dando la prioridad a rufus, con lo que se termina este vicio inicial. También el distinguido ornitólogo Zimmer (1930) opina en forma análoga, y dice al respecto que prefiere usar el nombre rufus a curucui, dado que el ejemplar representado por Edwards, es demasiado rojizo en la parte ventral, y ninguna forma de la especie rufus ofrece tal coloración. Termina su comentario, diciendo: “I am quite in favor of dropping the name curucui as being of composite origin, possibly unidentifiable and without type locality”