Carpintero campestre | Comportamiento


Sociable. Tiene la característica de ser una de las especies más terrícolas (Barrows, 1884:26; Bondone, 2012; De la Peña, 2016:91). Prefiere espacios abiertos, y lo habitual es avistarlos en parejas o grupos familiares de 4-8 ejemplares (Bondone, 2012:3; Belton, 1984: 592) y en pequeñas bandadas (Sick, 1997:513)
Monógamos, aunque se han observado casos de poligamia. El vínculo de pareja se mantiene fuera de los periodos reproductivos y duran varios años.
Generalmente se alimentan en pareja o en grupo, directamente en el suelo o en termiteros. Defienden su territorio todo el año, aunque esta actividad aumenta durante el periodo de reproducción. Lo hacen los machos en parejas, en grupo o en solitario.
Utilizan como dormideros las ramas y es raro que utilicen las cavidades como dormideros durante la época no reproductiva.
En distancias cortas se mueven generalmente con los pies. Suelen posarse en ramas, postes telefónicos, etc., descansando en conjunto en grupos sociales.
Se ha documentado una esperanza de vida de 4 años.
VOCALIZACIONES
Presenta una amplia gama de llamadas, en diferentes contextos sociales: de alarma, de atracción al compañero, etc.
Presenta una amplia gama de llamadas en diferentes contextos sociales: de alarma, de atracción al compañero, etc. (Fuerte “kjück …” , tremulante “wüüü …”, “guik”, “tio”, etc.)
Canto: “Juit.juit.juit.juit.juit” que suelen realizar a dúo.
Llamada: algo menos estridente  “wikwikwikwik….” Short’s “wick” call (Short, 1972:95-96, citado en Belton, 1984:592)
Alarma:Kie.kie.kie…kiekie” estridente y penetrante (Straneck, in litt, en De la Peña, 2016:91; Belton, 1984:592)

ALIMENTACIÓN
Se alimentan casi exclusivamente en el suelo (también entre las piedras, sobre las carreteras, etc. (Sick, 1997:513; Haro, 1998:119), caminando o saltando en busca de termitas, hormigas y escarabajos. A veces en bandadas. Según el autor (Jáuregui, 2020:16) su dieta consiste fundamentalmente de hormigas (Short, 1972), aunque pueden recurrir a otros recursos alimenticios como arañas, avispas, larvas de insectos y coleópteros (Winkler & Christie, 2002; Raw, 1997; Zotta, 1940; Klimaitis, 1993; Haro, 1998; Salvador & Salvador en De la Peña & Salvador, 2010; Bodrati & Salvador, 2015:81)

El análisis de contenido estomacal de ocho muestras reveló la presencia de hormigas, incluyendo sus huevos, larvas y pupas. Aravena (1928:159) analizó el contenido de ejemplares capturados en Campana en mayo de 1926:  Coleópteros carábidos, algunos del géneros Scarites, Coleópteros elatéridos del género Pirophorus y partes incompletas de hormigas (género Atta); insectos: CassidinidaeGratiana, Carabidae, Scarites, Grillo campestre (Gryllus).
Martillean sobre los termiteros hasta llegar a los insectos en su interior.
Se ha observado en una ocasión a varios individuos comiendo mandarinas (Pulpade Citrus reticulata) en los árboles o en el suelo, apreciándose que el ave chupa más que come, aunque parece comer también la pulpa. Concluyen que probablemente el consumo de frutas en los meses de verano sirve para paliar la falta de agua (Bilat, 1999 y 2001; Pukenis Tubelis, 2007). Entre ellas el Fruto de Tuna (Opuntia ficus-indica) (De la Peña & Pensiero, 2017:209).

REPRODUCCIÓN

La temporada de cría varía según la región, siendo en zonas tropicales desde agosto hasta principios de noviembre (Di Giacomo 2005, Dias et al. 2013) y en Buenos Aires, de fines de septiembre a principios de enero (De la Peña 2016; Salvador, 2013:23). Siguiendo la generalidad del grupo, se considera una especie principalmente monógama y las parejas pueden mantenerse juntas por más de una temporada reproductiva (Winkler & Christie, 2002; Dias et al., 2013),  aunque se ha descrito su inclinación hacia la poliginia (macho que se reproduce simultáneamente con más de una hembra) y puesta colectiva en algunos grupos reproductivos (múltiples hembras contribuyen con sus huevos a un único nido). Las parejas pueden mantenerse juntas por más de una temporada reproductiva (Dias et al. 2013)

Se localizaron nidos en Formosa (Di Giácomo, 2005), Misiones (Cockle et al., 2001), Corrientes (Short, 1972; Wilson, 1977), La Pampa (Pereyra, 1937), Córdoba (Salvador & Salvador, 1988 y 2012; Salvador, 2013; Salvador & Bodrati, 2014a; Miatello, 1999), Santa Fe (De la Peña, 2013), Entre Ríos (Smyth, 1927), Buenos Aires (Hudson, 1920; Smyth, 1927; Pereyra, 1923; Babarskas et al., 2003; Segura et al., 2014), Río Negro (Hudson, 1920).

Las cavidades que utilizan suelen ser excavadas por la pareja sobre huecos en ramas, troncos, postes, barrancas terrosas, hormigueros bajos, en muchos casos construidos en cada periodo reproductivo (de Paula Matsui et al., 2007), (Dias, 2011), o reutilizar una cavidad que fue excavada otro año o también reacondicionar cavidades naturales (De la Peña 2016). En Argentina principalmente excavan árboles, que pueden estar vivos, enfermos o muertos (De la Peña 2016), así como usar otras estructuras, como postes de luz (Jáuregui, 2020:17); Hudson menciona que en la estancia en la que vivía, una numerosa bandada tenía sus nidos en unos ombúes (Phytolacca dioica) cultivados en el terreno, que eran de lo poco que tenían disponible en el pastizal pampeano donde se emplazaba la residencia (Hudson, 1920:10-12)
Bastante elaborado, expuesto, tardan alrededor de 20-22 días en la construcción. Ambos sexos participan de la excavación de la cavidad (Dias et al. 2013)  Boca de entrada redonda u ovalada en sentido vertical. El diámetro puede variar de los 8 a los 15 cm (Salvador, 2013). Es una especie con nidada simple (es decir, un nido exitoso por temporada) (Dias et al. 2013).

Pone entre 4-5 huevos lisos, blancos (De la Peña & Salvador, 2016:91) en días sucesivos (Di Giácomo, 2005; Salvador, 2013; De la Peña, 2013:225), aunque se han registrado puestas de 9 huevos en un mismo nido en Brasil (puestos por distintas hembras) (Dias et al., 2013). Ambos sexos participan en la incubación (que suele comenzar antes de completarse la nidada- Salvador, 2013; Dias et al. 2013-), y dura entre 15-16 días (12 días, según Di Giácomo, 2005). Crías altriciales (eclosionan totalmente desnudos), con desarrollo de plumas recién a las dos semanas. Permanecen 30-32 días en el nido al cuidado de sus progenitores (Bondone, 2012:4; Di Giácomo, 2005; Salvador, 2013; Jauregui, 2020:69). Los pichones son alimentados por ambos miembros de la pareja. Según el autor, el alimento consistió principalmente en hormigas (Hymenoptera: Formicidae), larvas de escarabajos (Coleoptera), tijeritas (Dermaptera). Cuando se producen los vuelos nupciales de las termitas (Isoptera: Termitidae), que en la zona son frecuentes en la época de cría, los adultos acarrean cantidades de ellas al nido (Salvador, 2013)
La subespecie C. c. campestris puede adoptar una estrategia de cría colaborativa en el momento de la nidificación. Las parejas reproductivas tienen ayudantes, que son juveniles de nidadas previas o individuos que no consiguieron pareja de nidificación, que ayudan a proteger el nido y alimentar a los pichones (Dias et al. 2013). Se desconoce si la subespecie C. c. campestroides (presente mayormente en Argentina) adopta esta estrategia.