Familia Bucconidae

Los Chacurúes, pertenecientes a la radiación piciforme, se sitúan como el grupo hermano de los jacamares (Galbulidae) (Simpson & Cracraft, 1981:493; Johansson & Ericson, 2003:185; Ericson et al., 2006; Livezey & Zusi, 2007:40; Hackett et al., 2008:1767). Bucconidae y Galbulidae, en conjunto, emergen como hermanos de las restantes familias piciformes.

Comúnmente, se les denomina “bucos, bigotudos, bobos, chacurúes, monjas, monjillas y monjitas”. Se distribuyen en zonas boscosas, desde zonas húmedas hasta secas, a lo largo de la región neotropical.

En América, se encuentran 31 especies, de las cuales 4 residen en Argentina. En la provincia de Misiones, se han identificado 3 especies (Narosky & Yzurieta, 2010:213; Narosky & Yzurieta, 2010:43).

  • Chacurú chico (Nonnula rubecula rubecula)
  • Chacurú grande (Notharchus swainsoni), Monotípica
  • Chacurú cara negra (Nystalus chacuru chacuru)

MORFOLOGÍA

Presentan características morfológicas distintivas. Principalmente de tonalidades castañas, rojizas o grises, frecuentemente con manchas, su plumaje es esponjoso y su cola corta les confiere una apariencia hinchada. Poseen cabezas grandes, picos robustos y aplanados, a menudo con un gancho distintivo, reminiscentes de los martines pescadores del hemisferio oriental. Los ojos, grandes y prominentes, permiten una visión aguda, favoreciendo la búsqueda de alimento en el bosque, especialmente durante el crepúsculo. Las especies pueden exhibir un plumaje iridiscente en blanco y negro, o bien, presentar rayas y manchas en tonos marrones y grises. Las cerdas alrededor de la cara, aunque podrían ayudar en la protección ocular, probablemente están más relacionadas con la defensa contra las picaduras de presas. Además, estas aves tienden a tener patas cortas y pies zigodáctilos, con dos dedos hacia adelante y dos hacia atrás, adaptados a su estilo de vida arbóreo.

COMPORTAMIENTO

Predominantemente arborícolas y confiados. Se caracterizan por ser relativamente tranquilas y permanecer erguidas y casi inmóviles durante largos períodos de tiempo. Su actividad principal se desarrolla en el crepúsculo, momento en el que emiten vocalizaciones consistentes en silbidos finos. Suelen permanecer visibles en lugares abiertos y muestran hábitos pasivos. Su vuelo es corto y lento. Estas aves frecuentan principalmente bosques y selvas.

Vocalizaciones: emiten vocalizaciones sorprendentemente agudas y finas, a pesar de su robustez y tamaño aparentemente grande, a veces comparables con los sonidos emitidos por los murciélagos. Específicamente, el macho y la hembra del Nystalus chacuru muestran un comportamiento de canto mutuo, siendo notoriamente “locuaces” y atrayendo la atención, aunque se vuelven silenciosos durante la noche. Por otro lado, especies como la Nonnula rubecula son más discretas y pasan desapercibidas con facilidad. Cuando se sienten molestadas, tanto el Nystalus como la Nonnula exhiben un comportamiento defensivo caracterizado por el batido de mandíbulas.

ALIMENTACIÓN

Se nutren de una amplia gama de presas, que van desde pequeños insectos hasta vertebrados diminutos. Algunas especies, además, ocasionalmente consumen frutas y semillas. Se destacan por su preferencia hacia presas como orugas, escorpiones y ciempiés, muchas de las cuales son consideradas perjudiciales. Frecuentemente adoptan una postura estática en perchas expuestas por largos intervalos, desde donde se lanzan para cazar sus presas en ramas o en el suelo. La mayoría de las especies transportan sus presas de regreso a la percha para su consumo, eliminando partes indeseables mediante golpes repetidos contra una rama. Sin embargo, solo los Chelidoptera capturan y consumen presas más pequeñas en pleno vuelo. Otras incluyen materia vegetal en su dieta, como es el caso de los géneros Nystalus y Notharchus. Expulsan pequeñas bolas que contienen restos quitinosos de los insectos ingeridos y obtienen agua acumulada en las hojas.

REPRODUCCIÓN

Monógamos. Algunas especies, como las monjas, muestran una reproducción cooperativa, donde las crías de intentos de anidación anteriores contribuyen en la defensa del territorio y en la alimentación de los polluelos. La mayoría de las especies construyen sus nidos en el suelo, excavando madrigueras en bancos de tierra o directamente en terrenos ligeramente inclinados. Algunas prefieren construir sus nidos en túneles dentro de nidos de termitas. Por lo general, ponen entre 2 y 3 huevos blancos y brillantes. Ambos sexos participan en la excavación de la madriguera, alternando entre el cuidado del nido y la búsqueda de alimento. Ambos padres comparten las tareas de incubación y alimentación de los polluelos, aunque el macho tiende a asumir un papel más activo en el cuidado de los polluelos desde el inicio, mientras que la hembra se dedica principalmente al abastecimiento de comida. Los polluelos nacen ciegos y desnudos, pero son notablemente móviles, y pronto comienzan a aventurarse fuera de la madriguera para recibir alimento de sus padres. Abandonan el nido después de tres o cuatro semanas, pero siguen siendo alimentados por sus padres durante aproximadamente un mes más.

CONSERVACIÓN

Al igual que otras aves del bosque, son susceptibles a los efectos adversos de la deforestación y las alteraciones en su hábitat. De hecho, dos especies de la familia Bucconidae, son motivo de preocupación para la conservación. Una de estas especies (Nystactes noanamae) está catalogada como casi amenazada (NT, por sus siglas en inglés) y otra (Malacoptila minor) como en peligro (EN). Estas especies tienen áreas de distribución relativamente pequeñas que se encuentran en o cerca de zonas costeras, donde enfrentan a una presión considerable debido al desarrollo costero. Esta situación resalta la importancia de implementar medidas de conservación efectivas para proteger a estas especies vulnerables y sus hábitats.

En la provincia de Misiones, solo el Chacurú grande (Notharchus swainsoni) es considerado Vulnerable (VU): según MADS y AA, 2017 (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y Aves Argentinas).

BIBLIOGRAFÍA

  1. de la Peña, M.R. (2015). Aves Argentinas. Incluye nidos y huevos. 1º Ed. Santa Fe: Ediciones UNL; CABA: EUDEBA; Vol 1; 496 pp. ISBN 978-987-657-986-5
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  6. Narosky, T. & D. Yzurieta (2010). Birds of Argentina and Uruguay: a field guide. Vázquez Mazzini Editores, Buenos Aires, Argentina. ISBN 950-99063-6-0
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    Winkler, D.W., S.M. Billerman & I.J. Lovette (2020). Puffbirds (Bucconidae), version 1.0. In Birds of the World (S. M. Billerman, B. K. Keeney, P. G. Rodewald, and T. S. Schulenberg, Editors). Cornell Lab of Ornithology, Ithaca, NY, USA. https://doi.org/10.2173/bow.buccon2.01