Atajacaminos chico | Comportamiento


Provost (2020) comenta que existe poca información sobre el comportamiento del Atajacaminos chico. Nocturno, caza insectos al vuelo. No existen datos publicados sobre defensa territorial.
Ambos sexos atienden el nido (Carrara de Melo et al., 2000:110), y se presume que, al menos socialmente, son monógamos. Solitario (Salvador et al., 2017:50) o en parejas.
De día oculto en sitios sombríos. Se posa en caminos y rutas, y también a baja altura en arbustos y postes de alambrado. Confiado. En sitios peridomésticos suele acercarse de noche a faroles y luces, para capturar insectos (Di Giácomo, 2005:301).
Según Provost (2020), no existen registros de depredación sobre esta especie, aunque, Carrera et al. (2008:316) registraron como depredador de la especie al Caburé chico (Glaucidium brasilianum) en el Gran Chaco (El Impenetrable).
Suele asentarse en el suelo o en ramas bajas; si es molestado realiza un vuelo corto intentando ocultarse (de la Peña et al., 2009:118; de la Peña, 2015:332; de la Peña, 2020:234; Narosky & Chébez, 2002:61; Narosky & Yzurieta, 2010:193; Hilty, 2003:380).
Vuelo rápido con ráfagas de aleteos rápidos (Di Giácomo, 2005:301; Hilty, 2003:380).
La cópula de la pareja se produce en el suelo.

VOCALIZACIONES

Generalmente canta al anochecer y al amanecer, pero Belton, (1984:562) registró su canto a media mañana en el sur de Brasil (noviembre de 1977).
Canta tanto desde una rama elevada como desde un tocón (Sick 1997:420).
El canto se describe como un repiqueteo muy distintivo, repetido frecuentemente, en series de 4-8 notas ascendentes que descienden de tono al final, emitiendo un gorgoreo muy peculiar “pcchurrui, cuicuicuicuicui, glu glu glu glu….” , “hurr-ee quick quick quick quick quick quick, dop dro-dro-dro-dro-dro” (Belton, 1984:562; Sick 1997:420; Cleere, 1998:219; Narosky & Yzurieta, 2010:193; Narosky & Chébez, 2002:61; de la Peña, 2015:332; de la Peña, 2020:234; Hilty, 2003:380).
Canta solo un periodo reducido de tiempo al comienzo de la estación reproductiva (Hilty, 2003:380).

ALIMENTACIÓN

Insectívoro, aunque su dieta no se conoce con detalle (de la Peña, 2020;234).
Existen varios estudios sobre los contenidos estomacales del Atajacaminos chico; entre ellos, Alabarce (1990:92) registra insectos de diversos órdenes como: Coleoptera (incluyendo Carabidae, Scarabeidae, Buprestidae, Elateridae, Bostrychidae, Erotylidae, Coccinellidae, Tenebrionidae, Curculionidae, Staphylinidae, Nitidulidae, Georyssidae), Hymenoptera (Formicidae), Lepidoptera (Noctudiae, Geometridae), Odonata, Homoptera (Jassidae), Hemiptera (Pentatomidae), Orthoptera y Diptera.
Salvador et al. (2017:50), con un estudio similar en provincia de Córdoba registran: Insectos: Coleoptera (Carabidae, Chrysomelidae, Elateridae, Prioninae, Scarabeidae), Ephemeroptera, Lepidoptera (polillas), Odonata, Anisoptera, Othoptera (Acrididae)
Bodrati & Salvador (2015:82), en un estudio de contenidos de estómagos de estos individuos (Isoptera: termitas); Zotta (1934) Coleoptera (Scarabeidae, Chrysomelidae), Orthoptera y semillas.

REPRODUCCIÓN

Información escasa sobre la reproducción. Registros desde agosto en Bolivia (Brace & Hornbuckle, 1998:40); de septiembre a octubre en centro de Brasil (Carrara de Melo et al. 2000:110; Marini et al. 2012:389); en noviembre al sur de Brasil (Belton 1984:562) y Uruguay (Gore & Gepp, 1978).
En Argentina se localizaron nidos de octubre a enero en Salta, Tucumán, Formosa, Chaco, Misiones, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires (Friedmann, 1927:180; Baliño, 1984; Salvador et al., 2017:50; de la Peña et al., 2009:118; de la Peña, 2015:332; de la Peña, 2020:234).
En * Córdoba y ** Buenos Aires, de octubre a enero (* Salvador et al., 2017:50; Salvador & Bodrati, 2013:22-23; ** (Klimaitis, 1975a:280; Klimaitis, 1975b: 325; Pereryra, 1932:43; Pereryra, 1935:95; Mérida & Bodrati, 2006:79)
* Chaco y ** Santa Fe, en noviembre y diciembre (* Salvador & Bodrati, 2013:22; ** de la Peña, 1987:93; de la Peña, 2006:65; de la Peña, 2013:195)
Formosa en diciembre (Di Giacomo, 2005:301)
Entre Ríos en octubre y noviembre (Smyth, 1928:126; de la Peña, 2006:65; Salvador & Bodrati, 2013:22-23; de la Peña, 2006:65; Baliño, 1984)
En Misiones Bodrati et al. (2010:57) observaron, en verano, una pareja copulando sobre el suelo; Krauczuk (2000:85) registró un nido en el mes de octubre con hembra incubando en Campo San Juan (Candelaria)
Tucumán en noviembre y diciembre (Lillo, 1927 y Girard, 1933; citados en de la Peña, 2020:234)
No construye nido. Huevos depositados directamente sobre la tierra, hojarasca, o suelos arenosos en bosques, zonas de arbustos y plantaciones de eucaliptus. La puesta es de 2 huevos (de la Peña 1987:93; Belton, 1984:562; Carrara de Melo et al., 2000:110). Forma elíptica, color ocre con pintas grises o sin ellas (de la Peña 1987:93; de la Peña et al., 2009:118; de la Peña, 2015:332; Marini et al. 2012:389-392; Salvador & Bodrati, 2013:22-23; Salvador et al., 2017:50).
Ambos sexos incuban y alimentan a los pichones (Salvador et al., 2017:50). En un nido se observó, que inicialmente el macho incubaba durante el día y la hembra por la noche, aunque el macho abandonó el nido antes de la eclosión, periodo en que la hembra se encargó de la incubación durante el día y la noche (Carrara de Melo et al., 2000:110).
El periodo de incubación de al menos 17 días; los pichones permanecen en el nido entre 14-16 días (Marini et al., 2012:392; Salvador et al., 2017:50).
Salvador & Bodrati (2013:22-23) apuntan que los pichones nacen con los ojos abiertos. Están cubiertos de denso plumón, en la región dorsal color crema y canela grisáceo claro, con abundantes manchas pardas y pardo oscuras, y color crema en la regio ventral. Pico y patas son de color pardo oscuras. A partir de los cinco a seis días los pichones no son fáciles de hallar, ya que se trasladan del lugar original donde fueron puestos los huevos. Los pichones nacieron con diferencias de unas 24 horas, posiblemente debido a que la incubación comenzaría a partir de la postura del primer huevo. Ambos miembros de la pareja los alimentan, sobre todo la hembra. Cuando ésta es sorprendida cubriendo los pichones, vuela a corta distancia, posándose en el suelo y fingiendo estar herida, arrastrando y batiendo las alas y meneando el cuerpo de un lado a otro.