Atajacaminos colorado | Comportamiento


Generalmente solitario. Socialmente monógamo (Cleere, 1998:198). Nocturno (ffrench, 1991:210; Ridgely & Gwynne, 1989:195) y raro de ver excepto cuando canta (Hilty, 2003:376).
Se posa en el suelo y en las ramas de los árboles (de la Peña, 202:249; de la Peña, 2015:330; Narosky e Yzurieta, 2010:192), a veces a través de la rama. No se posa por las noches en los caminos (Cleere, 1998:198; Rumelt, 2020; Hilty, 2003:376; Narosky e Yzurieta, 2010:192; Ridgely & Gwyne, 1989:195)
No existen datos publicados sobre defensa territorial (Rumelt, 2020)

© Luísa Mota. Camouflage (Antrostomus rufus). Mogi-Guaçu, São Paulo, Brasil. Septiembre 2011. Algunos derechos reservados
VOCALIZACIONES

Las llamadas comienzan después de oscurecer, se mantienen durante la noche y acaban justo antes del amanecer (ffrench, 1991:210). Durante estación reproductiva canta toda la noche (Ridgely & Gwynne, 1989:195). Emiten el llamado desde una percha a escasos metros del suelo dentro del bosque, algunas veces hasta de 10-20 m de altura. También desde rocas y desde el suelo (Cleere, 1998:198; Wetmore, 1968:216; Stiles & Skutch, 1989:202).
El canto se describe como rápid, resonante y rítmico “Chuk, wick-wick-weéoo”, con énfasis en la última sílaba (Ridgely & Gwynne, 1989:195; Hilty 2003:376; Belton, 1984:561; Raffaele et al., 1998:102; Schulenberg et al., 2010:204; Sick, 1997:418). La llamada se repite cada pocos segundos, ocasionalmente a frecuencia rápida (ffrench, 1991:209; de la Peña, 2020:249; de la Peña, 2015:330)
También tiene una llamada gutural tipo “croar” (Cleere, 1998:198)
El canto es bastante constante en todas las subespecies, incluyendo el A. r. otiosus de Santa Lucía (Robbins & Parker, 1997:603), aunque la variante con una repetición más rápida es más común en el otiosus que en las otras subespecies (Cleere, 1998:198).

 

ALIMENTACIÓN

Insectívoro. Su dieta no se conoce en detalle
Se alimenta durante el amanecer y atardecer, en partes bajas de vegetación o sobre el suelo.
Captura los insectos al vuelo desplazándose desde perchas bajas (Cleere, 1998:198; Hilty, 2003:376; Rumelt, 2020). Bodrati & Salvador (2015:84), lo observaron capturando termitas en el Chaco Oriental en la provincia del Chaco.

REPRODUCCIÓN

Las fechas de reproducción varían en las distintas poblaciones. En enero o febrero y mayo en el rango norte de distribución (Panamá y Trinidad) (Cleere, 1998:198; ffrench, 1991:210; Belcher & Smooker, 1936; Wetmore, 1968:215); finales de junio en Santa Lucía; mediados de abril a mayo en Colombia (Hilty, 2003:376); y noviembre y diciembre en el extremo sur (Argentina). No existen datos sobre las poblaciones del norte de Sudamérica, especialmente en la Amazonia (Cleere, 1998:198).
No construyen nido y depositan los huevos sobre el suelo desnudo, generalmente debajo de matorrales que lo cubren.
Puesta de 1-2 huevos (Wetmore, 1968:215; Cleere, 1999:198), pero en Argentina todas las nidadas halladas estaban compuestas por dos huevos (Salvador et al., 2014:55; de la Peña, 2020:250; de la Peña, 2015:330). Huevos elípticos, de colores cremoso, blanquecino o cremoso rosado con puntos, manchas y líneas de color gris o gris con tinte violáceo, castañas y pardas, distribuidas en toda la superficie, aunque algo más concentradas en la porción central del huevo.
Incubación durante el día, aparentemente cubierta por la hembra, aunque es posible que el macho lo haga durante la noche (Wetmore, 1968:215; Cleere, 1998:198; Salvador et al., 2014:55)
No existen datos sobre los cuidados parentales, aunque la alimentación de las crías probablemente sea realizada por ambos padres, como en el caso del A. carolinensis (O’Connor & Ritchison, 2013:818).
Cleere (1998:198), comenta que no se han registrado maniobras de distracción, pero Salvador et al., (2014:55) apuntan que todos las nidadas de Atajacaminos Colorado fueron descubiertas al salir la hembra espantada ante su presencia, haciendo vuelos y movimientos de distracción habituales en especies de la familia Caprimulgidae.
Salvador et al., (2014:55) reseñan que los pichones a las pocas horas de eclosionados tienen los ojos semiabiertos de color pardo oscuro; están cubiertos por un denso plumón canela con tinte castaño más oscuro en dorso y cuello con tinte amarillento sobre la cabeza. El pico de color pardo claro con un muy fino ápice blanco; el interior de la boca es rosado y las patas crema con tinte rosado.
En Argentina se han localizado nidos en Jujuy, Salta, Catamarca, Chaco, Santa Fe (de la Peña, 2020:249; Hartet & Venturi, 1909:224; Di Giácomo & López-Lanús, 1998:30; Salvador & Salvador en de la Peña, 2020:249; Salvador et al., 2014:54)