• Picaflor tesoro | Bibliografía

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  • Picaflor tesoro | Conservación

    ESTADO DE CONSERVACIÓN SEGÚN BIRDLIFE INTERNACIONAL: PREOCUPACIÓN MENOR

    Esta especie tiene un rango extremadamente grande y por lo tanto no se aproxima a los umbrales de vulnerabilidad bajo criterio de tamaño de la extensión de la población (Extensión < 20.000 km² combinado con una declinación o fluctuación del tamaño de la extensión, extensión/calidad del hábitat, o tamaño de la población y un pequeño número de localizaciones o con fragmentación grave).   Se desconoce la tendencia de la población, pero no se cree que esté disminuyendo lo suficientemente rápido como para alcanzar los umbrales de Vulnerabilidad bajo el criterio de tendencia poblacional (disminución > 30% en diez años o en tres generaciones). El tamaño de la población no se ha cuantificado, pero no se cree que se aproxime a los umbrales umbrales de Vulnerabilidad bajo el criterio de tamaño de la población (<10.000 individuos maduros con una disminución continua estimada > del 10% en diez años o en tres generaciones o con una estructura de población específica). Por estas razones, la especie es evaluada como de “preocupación menor”.

    El tamaño de la población mundial no se ha cuantificado, pero esta especie se describe como “bastante común” (Stotz et al., 1996)

    La pronta ocupación de hábitats hechos por el hombre sugiere que la pérdida de hábitat probablemente no sea un problema. La captura para el comercio de aves silvestres fue significativa hasta 1970, pero ahora ha cesado.

    En Argentina: 1º registro en el mes de julio de un individuo en el P.N. Iguazú, en la Sección Timbó (Povedano, H., 1993; citado en Saibene et al., 1996, p.36). Aparentemente se han expandido desde el estado adyacente de Paraná (Brasil).  Recientemente (enero de 2005) se confirmó su presencia en Argentina (Misiones – Jardín de los Picaflores, en Puerto Iguazú (departamento Iguazú) (Chébez, Castillo & Güller,. 2006) ), donde Povedano H. lo avistó por primera vez (Saibene et al., 1996; De la Peña, 1999; Barnett & Pearman, 2001). El Parque Nacional Iguazú es el único Parque Nacional en que se ha encontrado la especie hasta el momento. Su escasa presencia en áreas protegidas no justifica una atención especial. Barnett y Pearman (2001: 117) lo incluyen en la lista de “Especies hipotéticas”

    AvA-SADS-IC: Insuficientemente conocida según AvA SAyDS 2008 (Aves Argentinas y Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable) López-Lanús, B., P. Grilli, E. Coconier, A. Di Giacomo y R. Banchs. Categorización de las aves de la Argentina según su estado de conservación. Informe de Aves Argentinas /AOP y Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Buenos Aires, Argentina 1 ed. AOP: Buenos Aires, Argentina

    Res348 SA-IC: Insuficientemente conocida según SAyDS Res 348 (Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable) Categorización de aves autóctonas de Argentina. Lista de aves no registradas, endémicas y exóticas de Argentina 2010

    En el sur de Brasil su población es cada vez mayor y su área parece haber ampliado en las últimas décadas

  • Picaflor tesoro | Distribución


    InfoNatura: Animals and Ecosystems of Latin America 2007

    América: Endémico de Sudamérica. Se distribuye desde el sur de Surinam (sabana Sipaliwini), Guayana Francesa, Amazonia incluyendo sureste de Perú (parte superior del rio Urubamba y Pampas del Heath) a través del norte y este de Bolivia (Zimmer, 1950), noreste, sur (Santa Catarina y Sao Pablo) y centro-oeste de Brasil (Costa-Straube et al., 2006); extremo norte de Paraguay – Villa Concepción – y noreste de Argentina (Hellmayr, 1929; Hayes, 1995; Short, 1975; Stotz et al., 1996; Pinto & Oliveiro M. de Oliveira, 1938; Hellmayr, 1929).

    En Argentina:

    Misiones: Rara, visitante ocasional. El primer registro fue realizado por H. Povedano, que observó un individuo en Misiones (P.N. Iguazú) el 22 julio de 1993 (como se cita en: Saibene et al.,1996 y De la Peña, 1999 y 2016; Barnett y Pearman, 2001; Chébez, Castillo, Güller y Ferrari, 2006 y 2012). Aunque Dabbene (1910) menciona que la especie fue obtenida por C. Berg en Misiones sin dar más detalles, Barnett y Pearman (2001), consideran la especie como “hipotética”.

    Citado como registro novedoso en el centro urbano de San Pedro, lo que los autores interpretan como una rápida expansión por la cuenca del Río Paraná hasta Posadas (Bodrati et al., 2009); varios registros entre los años 2006 y 2009 en el Jardín de los Picaflores (Iguazú) (Castillo et al., 2009); Del Castillo (2012) lo cita en el barrio de Itaembé Miní en Posadas, Piñalito Norte en la Municipalidad de San Antonio (Departamento de General Belgrano); en Puerto Iguazú presencia confirmada durante todo el año, aunque mayor en Enero y probablemente pertenezcan a una población de pocos individuos.

    Martínez Gamba (2014) lo cita para el Parque Natural Municipal Monte Seguín (Departamento General San Martín) aunque los datos fueron insuficiente durante el relevamiento de aves realizado.

    Últimamente ha sido registrado en Corrientes, en las localidades de Santo Tomé, Corrientes capital e Ituzaingó (Bernasconi et al., 2019)

    EcorregionesSelva paranaense

    Hábitat: Vegetación abierta tipo sabana con arbustos y árboles, incluidos campos rupestres y caatingas , hábitats artificiales como jardines, parques y plantaciones, también bosques primarios y bordes de bosques. Común desde el nivel del mar hasta 1800 msnm (Stotz et al, 1996; La especie E.m. hirundo (Perú) encontrada solo a 1000–1500 msnm. Se alimenta desde estratos medios hasta copas de los árboles.

    En Brasil en campos rupestres y caatingas (De Las-Casas et al., 2012)

  • Picaflor tesoro | Comportamiento


    Los colibríes parecen presentar diferentes mecanismos de utilización de los recursos, lo que se refleja en su comportamiento que es influenciado por las interacciones con otras especies de colibrís, morfología y estacionalidad de la floración.

    Es una especie dominante sobre otras de menor tamaño (Barbosa-Filho & Cardoso de Araujo, 2013). Defiende vigorosamente su territorio de alimentación (Las-Casas et al., 2012; Pizo & Silva, 2001; Antunez, 2003; Justino et al., 2012). Este comportamiento es más evidente mientras obtiene néctar que cuando su objetivo es la adquisición de artrópodos. Según comentan Toledo & Moreira (2008), la mayor o menor disponibilidad de especies de plantas utilizadas para defensa del territorio no parecen estar asociadas con ninguna preferencia por ciertos recursos de ellas. Normalmente las especies de plantas que elige para descansar están compuestas por pocas hojas, una localización estratégica que le podría permitir una mejor visibilidad espacial.

    También influyen las diferencias en la habilidad para explorar diferentes tipos de plantas, lo que está determinado por sus características morfológicas. Debido a su mayor masa corporal el Picaflor tesoro generalmente es dominante sobre otras aves de la misma especie de menor tamaño restringiendo su acceso a las flores defendidas (Oniki & Willis, 2000). También les permite explorar una mayor variedad de recursos,  lo que les hace competir entre ellas (Mendonça & dos Anjos, 2006).

    Comportamiento antipredatorio: se ha observado ataques con el pico a la cabeza de los monitos sagüis hasta que se distanciaban del nido (De Lyra-Neves et al., 2007); En un estudio de un nido, en la zona urbana de São Paulo, se observó que una madre colibrí alejó a palomas Columbina talpacoti que intentaban de anidar cerca. Se interpretó que así redujo la posible atracción de las palomas a los depredadores, en los alrededores de su propio nido. Sin embargo, pequeños mamíferos, como el tití común (Callithrix jacchus), puede lograr de vez en cuando saquear los nidos, a pesar de los intentos de las aves para defenderlos (Oniki & Willis, 2000).

    Martínez-García, Lara & Ornelas (2013) concluyen en que un periodo de floración extenso puede jugar un papel importante en el mantenimiento de la población local de E. macroura y que el comportamiento territorial es más evidente mientras obtiene néctar.

    Los machos forman leks que son activos durante todo el año. Estos territorios no contienen ningún recurso para las hembras, salvo los machos en sí mismos. Las hembras visitan los leks para elegir libremente al macho. De aproximadamente 12 individuos, están separados de otros leks por lo menos por 50 m. Nunca se los observó alimentándose en la misma zona del lek.

    No pasan la noche en estos territorios. Los machos comienzan sus vocalizaciones antes del amanecer (unos 27 min antes) y continúan durante 17 min aproximadamente. Luego de este periodo, mientras están en la percha, están unos minutos en silencio para luego abandonar el área de lekking hasta la mañana siguiente.

    Este comportamiento es inusual, comparado con leks de otras especies de colibríes, dado el corto periodo de lekking, restringido justo antes del amanecer. Dado que los machos y hembras defienden sus territorios de alimentación el resto del día, este corto periodo puede representar 2 tiempos diferentes: de lekking y de alimentacion (Pizo & Silva, 2001; Martínez-García et al., 2013)

    VOCALIZACIONES

    Dan llamadas de advertencia cuando detectan aves o mamíferos carnívoros.

    Su llamada incluye un “psek” y gorjeos más débiles. Llama con un “tik”, cuando está asustado o excitado. Sonoro “tsak” “tsuk” (Pizo & Silva, 2001)

    Canto: rápido y repetitivo “tsuc tsuc tsuc” que se trnasforma en un sonoro “tsi tsi tsi tsi tsi tsuit tsuc”, más frecuente en los machos en los leks y ocasionalmente durante encuentros agresivos. También durante interacciones agonísticas entre los leks (Pizo & Silva, 2001)

    MIGRACIONES

    Migran cortas distancias entre norte y sur de Brasil, aparentemente relacionadas con la floración de ciertas especies de plantas en los meses secos de invierno (Vasconcelos y Lombardi, 1999). Sin embargo, la especie se considera residente en algunas áreas, por ejemplo, en la caatinga de Pernambuco (Las-Casas, Azevedo Jr. & Dias-Filho, 2012).

    ALIMENTACIÓN
    

    Busca alimento más frecuentemente en los niveles medios, pero aprovecha fuentes de alimento a cualquier nivel, desde muy cerca del suelo, hasta el dosel (Stotz et al., 1996). No solo visita especies productoras de néctar, ya que existen evidencias de que tienen una estrecha relación con aquellas especies de plantas donde pueden capturar artrópodos.

    Se cree que existe un mayor o menor consumo de artrópodos o de néctar en relación con las estaciones seca y lluviosa (Sick, 1997; Toledo & Moreira, 2008)

    Esta variación podría estar en relación con su periodo reproductivo, periodo en el cual es muy importante obtener la mayor cantidad de energía útil, aunque se necesitan estudios futuros que lo corroboren. Lo que sí está reconocido en la mayoría estas especies es que la relación entre estacionalidad y tipo de alimento consumido coincide con los periodos de floración (Toledo & Moreira, 2008)

    Utiliza tanto flores de especies nativas, como de algunas plantas ornamentales introducidas, incluyendo:

    Leguminosae; Malvaceae: Pavonia viscosa (Vasconcelos & Lombardi, 1999), Malvaviscus arboreus (Marini et al., 2012), Hibiscus (Costa-Straube et al., 2006), Melochia tomentosa (De Las-Casas et al., 2012); Bombacaceae; Euphorbiaceae: Mabea fistulifera (Olmos & Boulhosa, 2000), Cnidoscolus, Jatropha mollissima, Croton blanchetianu (De Las-Casas et al., 2012); Fabaceae: Erythrina speciosa (Pizo & Silva, 2001; Baza Mendonça & dos Anjos, 2006), Bauhinia variegata, B. brevipes (Vasconcelos, 2008), Bauhinia cheilantha (De Las-Casas et al., 2012), Bowdichia virgilioides (Justino et al., 2012; Rojas & Ribon, 1997), Eythrina crista galli (Sick, 1997); Myrtaceae: Eucalyptus (Antunes, 2003), Callistemon viminalis (Pizo & Silva, 2001); Rubiaceae: Palicourea rigida (Justino et al., 2012); Verbenaceae: Clerodendrum sp. (Pizo & Silva, 2001), Stachytarpheta glabra (Vasconcelos et al., 1999); Vochysiaceae: Vochysia mapirensis (Helme 1996); Bromeliaceae: Aechmea maculata (Souza de Moura & Soares, 2010), Encholirium spectabile (De Las-Casas, 2012); Gesneriaceae (Souza de Moura & Soares, 2010); Bignoniaceae: Tabebuia impetiginosa (De Las-Casas, 2012), Spathodea campanulata (Baza Mendonça & dos Anjos, 2006); Cactaceae: Melocactus zehntneri, Tacinga palmadora y T. inamoena Pilosocereus (De Las-Casas et al., 2012); Plumbaginaceae: Plumbago scandens (De Las-Casas et al., 2012); Asteraceae: Stifftia chrysantha (Baza Mendonça & dos Anjos, 2005) e incluso de Caryocaraceae: Caryocar brasiliense en la estación seca (Melo, 2001)

    También se alimenta de artrópodos tipo Homoptera (pulgones, cochinillas), Psocoptera, Diptera (moscas, mosquitos), Hymenoptera (abejas, avispas, hormigas) y Coleoptera (escarabajos) (Toledo & Moreira, 2008) incluso “swarming winged termites” (Sazima, 2008).

    REPRODUCCIÓN 

     

    © Jos Roberto Peruca. Eupetomena macroura. Araatuba/SP – Brasil. Junio 2012. Algunos derechos reservados

     

    Se reproduce durante todo el año, incluidos lo meses de invierno ya que el nido generalmente está expuesto y es calentado por el sol; En Brasil de octubre a marzo y hasta junio en el estado de San Pablo (Pizo & Silva, 2001), y en en la región central entre septiembre y diciembre (Marini et al., 2012)

    Mide exteriormente 44 mm de diámetro por 48 mm de altura. En su interior 32×18 mm (Oniki & Willis, 2000).

    El nido en forma de copa construido en débiles ramas horizontales de arbustos o árboles (generalmente entre 1-3 m de altura, de fibra vegetal suave y pasto unido con tela de araña; revestido en el exterior con liquen y musgos (Davis, 1993; Marini et al., 2012). A veces reutiliza el nido.

    La hembra pone dos huevos blancos y al igual que otros colibríes y se ocupa de la incubación (15-16 días) y cuidado de las crías (Oniki & Willis, 2000).

    Cría altricial. Las plumas comienzan a aparecer al 5º día. Abandonan el nido a los 22-24 días, pero vuelven a dormir al nido siendo totalmente independientes unas 2-3 semanas después de emplumar.

    En algunas situaciones, las larvas de moscardón Philornis pueden infestar las aves en el nido e incluso los polluelos pueden morir por la infección de estos parásitos (Oniki & Willis, 2000)

    En el cortejo, el macho se sitúa frente a la hembra, despliega las alas y con la cabeza en posición estacionaria gira el cuerpo en un círculo horizontal durante unos 10 segundos; otra comportamiento del cortejo, previo a la copulación y preparación del nido: vuelo recto hacia arriba unos 3-5 m por encima de los matorrales, se mantiene en vuelo unos segundos y luego vuela horizontal o verticalmente unos 0,25 o 0,5 m, de nuevo se mantiene en vuelo unos segundos antes de cambiar rápidamente de posición (Davis, 1993).

  • Picaflor tesoro | Descripción


    Es la especie más grande de colibrí, entre 15 y 19 cm de longitud, aunque casi la mitad corresponde a la cola.

    Los sexos son similares en color aunque en la hembra son más apagados, pero al mismo tiempo gran diferencia de tamaño y largo de la cola.

    Macho: Pico negro, de tamaño medio, ligeramente curvado (Chaui -Berlinck & Bicudo, 1995) con bordes de la mandíbula lisos; las dos lamelas de la bifurcación de la lengua son largas, membranosas, cubiertas de papilas muy desarrolladas.

    Cabeza, garganta y pecho azul violeta profundo. Pequeña mancha blanca, casi invisible, detrás del ojo.

    Dorso, cubiertas alares, tapadas, flancos y vientre azul verdoso o verde bronceado iridiscente.

    Alas más largas que las de las otras especies, de color marrón -negruzco oscuro.

    Cola muy larga, ahorquillada, de color azul intenso. Remeras de color marrón negruzco

    Rabadilla con banda castaño-rojiza. Mechón a cada lado del cuerpo y de la cloaca blancos. Su rasgo distintivo peculiar es la cola azul, larga y bien furcada.

    Hembra: Ligeramente más pequeña (25%) y de colores más apagados. Cabeza y pecho azul pálido.

    © Osvaldo Scalabrini. Eupetomena macroura, colibrí cola de golondrina, espectáculos de la fauna brasileña, Mato Grosso do Sul

  • Picaflor tesoro | Taxonomía


    Protónimo:Trochilus macrourus”

    La mayoría de las autoridades clasifican esta especie como monotípica, en el género Eupetomena, aunque algunos la colocan en el género Campylopterus basados en los cantos y en el espesor de los ejes de las primarias de los machos Chébez et al., (2006) concluyen: En cuanto al uso del género monoespecífico Eupetomena -Gould,1849-61-para la especie, seguimos el criterio conservador adoptado por Remsen et al. (2005), a pesar de que Schuchmann (1999) la incluyó en el género Campylopterus -Swainson,1827- junto con otras tres especies, basándose en similitudes del canto y la morfología alar, que no fueron a nuestro entender claramente demostradas. (p. 50)

    Subespecies y Distribución

    Se reconocen 5 subespecies que se diferencian principalmente por el color de su plumaje, matices de azul (que van desde el azul verdoso al azul profundo) y de verde (desde verde-dorado hasta verde-azulado).

    • E. m. macroura (J. F. Gmelin, 1788) – Surinam y norte, centro y sureste de Brasil  (Amazonas–bordes de Rondonia; Amapá y Pará; Mato Grosso, Goiás y Minas Gerais hasta São Paulo) a Paraguay y extremo noreste de Argentina (Misiones) (Chébez et al., 2006) Partes azules de color ultramarino, partes verdes, verde botella.
    • E. m. simoni (Hellmayr, 1929) – Ampliamente distribuida: Noreste de Brasil (Sur de Marañón, Piauí, Ceará, Pernambuco y Bahía hasta centro de Goiás y Minas Gerais). Partes azules, azul marino oscuro y partes verdes azuladas.
    • E. m. cyanoviridis (Grantsau, 1988) – Sureste de Brasil (Sierra do Mar, al este de São Paulo). Partes azules teñidas de verde, partes verdes doradas a bronceadas.
    • E. m. hirundo (Gould, 1875) – Sureste de Perú (Valle superior Río Urubamba, en centro Cuzco). Azul opaco, cola poco bifurcada.
    • E. m. boliviana (J. T. Zimmer, 1950) – Sureste de Perú (Pampas del Heath – sureste de Perú cerca del límite con Bolivia) y Norte de Bolivia (La Paz, Beni). Es la subespecie más verde (la cabeza es más verde que azul, siendo el verde brillante más puro).
  • Picaflor tesoro (Eupetomena macroura)


    Histoire naturelle des oiseaux-mouches: ouvrage orné de planches dessinées et gravées par les meilleurs artistes … Lesson, R. P . (1829) Lámina XXV

    Especie muy extendida en el centro y este de América del Sur.

    Fácilmente reconocible por su tamaño grande, vistoso plumaje violeta-verdoso, larga cola ahorquillada (semejante a la de las golondrinas) y pico corto y semicurvado.

    Entre todos los miembros de la familia Trochilidae esta especie de picaflor es fácilmente reconocible por su tamaño, llegando a los 15–18 cm de longitud total, correspondiendo a la cola unos 7–9 cm; es el colibrí más grande del noreste argentino, aventajado en el país solo por el Picaflor Gigante (Patagona gigas) y el Picaflor Cometa (Sappho sparganura). Atrae muchísima atención por su comportamiento agresivo en defensa de su territorio y por ser una de las especies más abundantes en las ciudades.

    NOMBRES VULGARES: Colibrí golondrina (España); Picaflor golondrina (Bolivia), Picaflor tijereta (Argentina y Paraguay); Colibrí de cola ahorquillada (Perú); Beija-flor-cauda-de-andorinha, beija-flor-grande, beija-flor-preto, beija-flor-rabo-de-tesoura, Beija-flor-tesoura, tesourão (Brasil); en guaraní “Mainumby jetapa” 

    EN OTROS IDIOMAS:

    BREVES APUNTES HISTÓRICOS: