Atajacaminos ocelado | Comportamiento


Ave nocturna, sedentaria, terrestre. Generalmente hace vuelos cortos desde perchas bajas para capturar insectos. Cuando vocaliza lo hace en bordes o interiores de bosque en perchas altas o desde el suelo.
Se posa en ramas altas de árboles o en cañaverales (de la Peña, 2020:245; Narosky e Yzurieta, 2010:194; de la Peña, 2015:330; Stotz et al., 1996:172)

VOCALIZACIONES

La actividad vocal de Atajacaminos ocelado en la Selva Atlántica se hace notable en la tercera parte del año. En Misiones la actividad vocal de esta especie se vuelve notable principalmente, desde la primera quincena de septiembre y durante octubre, decreciendo a partir de noviembre. Esta actividad está acentuada al crepúsculo, incluso varios minutos antes que la oscuridad sea completa, durando en ocasiones hasta 20 e incluso 30 minutos. También en esta época es posible oír sus voces durante la noche en lapsos cortos e irregulares cuando la luna está en creciente avanzado, llena o en las primeras noches cuando comienza a menguar. Generalmente canta en el sotobosque y eventualmente en el estrato medio, y solo en invierno se lo detectó vocalizando en el estrato medio-alto (unos 12-15 metros de altura).
La canción del macho consiste en una nota vibrante de 0.45 a 0.65 s de duración a intervalos de 5 s, repetida unas 20 veces; descrita como un suave trino “preeeo” o “que’e’e’ro” (Hilty & Brown, 1986; Robbins & Ridgely, 1992:984; Stiles & Skutch, 1989:201; Sick, 1997:413; Schulenberg et al., 2010:202) que emite desde la percha (frecuentemente a 2-5 m de altura, pero algunas veces más altas) o sobre el suelo, principalmente al anochecer.
Los autores (Straneck, 1990:24; de la Peña, 2015:330; de la Peña, 2020:246) la describen y comparan con el maullido de un gato.

 

ALIMENTACIÓN

Se alimenta de polillas, escarabajos, cucarachas (Blattidae), saltamontes (Tettigoniidae) y luciérnagas (Lampyridae) (Cleere, 1998:194). Hace vuelos cortos desde ramas bajas desde 2-5 m de altura (Holyoak, 2001)

REPRODUCCIÓN

La biología reproductiva de la especie está mal documentada, pero Robbins & Ridgely (1992:985) sugieren que sucede de Julio a septiembre a lo largo de Sudamérica.
Posiblemente en marzo? en Colombia (Cleere, 1998:194), de marzo a abril en Costa Rica (StIles & Skutch, 1989:201) y Nicaragua (Cleere, 1998:194), diciembre en Este de Ecuador (Hill & Greeney, 2000:51), septiembre (Raine, 2007:55) – noviembre en Perú (Cleere, 1998:194); a principios de Junio en Honduras (Anderson, 2000:233), mediados de agosto en Brasil (Mato Grosso) (Kirwan, 2009:123), y finales de octubre-noviembre en el este de Paraguay (Cleere, 1998:194). Según Kirwan (2009:123) (basándose en la actividad vocal) probablemente en el Bosque atlántico se reproduzcan en el tercer trimestre del año; Marzo? en Colombia.
En NE de Argentina (Misiones) entre octubre y noviembre (Bodrati et al., 2010:46; Bodrati & Baigorria, 2013:78; de la Peña, 2020:246)
No construye nido, deposita los huevos sobre lecho de hojas. Nidos en áreas abiertas, generalmente debajo de follaje (Cleere, 1998:194; Hill & Greeney, 2000:51;Raine, 2007:55; de la Peña, 2020:246); tiende a depositar sus huevos cerca de senderos u otras áreas despejadas dentro de la selva (Bodrati & Baigorria, 2013:81).

Puesta de 1 ó 2 huevos elípticos, blancuzcos rosados o salmón tenue, brillosos con manchas castañas. Período de incubación, 17-18 días; ambos padres participan en la incubación (Raine, 2007:55; Sick, 1997:415; Cleere, 1998:194; Anderson, 2000:233; Bodrati & Baigorria, 2013:78; de la Peña, 2015:330; de la Peña, 2020:246).
Los pichones se protegen debajo de la hembra pero desde el 1º día son capaces de moverse por el piso utilizando patas y alas como remos. El macho efectúa acciones distractivas y aparentemente intimidatorias, relevando por la noche a la hembra en la incubación.

Desarrollo, comportamiento y descripción de los pichones (Ver Bodrati & Baigorria, 2013:78).